El Amor y Nosotros

Las tres gracias - Peter Paul Rubens


PLATÓN El Banquete [fragmentos].

"Todos aplaudieron el pensamiento, y le invitaron a que entrara en materia.

Eriximaco repuso entonces: comenzaré por este verso de la Melanipa de Eurípides: este discurso no es mío sino de Fedro. Porque Fedro me dijo continuamente, con una especie de indignación: ¡Oh Eriximaco!, ¿no es cosa extraña, que de tantos poetas que han hecho himnos y cánticos en honor de la mayor parte de los dioses, ninguno haya hecho el elogio del Amor, que sin embargo es un gran dios? Mira lo que hacen los sofistas que son entendidos; componen todos los días grandes discursos en prosa en alabanza de Hércules y los demás semidioses; testigo el famoso Prodico, y esto no es sorprendente. He visto un libro, que tenía por título el elogio de la sal, donde el sabio autor exageraba las maravillosas cualidades de la sal y los grandes servicios que presta al hombre. En una palabra, apenas encontrarás cosa que no haya tenido su panegírico. ¿En qué consiste que en medio de este furor de alabanzas universales, nadie hasta ahora ha emprendido el celebrar dignamente al Amor, y que se haya olvidado dios tan grande como este? Yo, continuó Eriximaco, apruebo la indignación de Fedro. Quiero pagar mi tributo al Amor, y hacérmele favorable. Me parece, al mismo tiempo, que cuadraría muy bien a una sociedad como la nuestra honrar a este dios. Si esto os place, no hay que buscar otro asunto para la conversación. Cada uno improvisará lo mejor que pueda un discurso en alabanza del Amor. Correrá la voz de izquierda a derecha".

De tantas cosas vanas se habla hoy día. Cosas superfluas se imponen en nuestras conversaciones e invaden nuestros oídos. Y el resultado es terrible: llenan nuestras mentes palabras que vacían ideas. Una idea que circula bastante vacua en la cotidianeidad es la referida al amor. Recordando la propuesta de uno de los comensales del banquete en casa de Agaton, sería bueno reflexionar un poco sobre el tema propuesto por Eriximaco.

"En cuanto a mí, honro todo lo que a él se refiere, le hago objeto de un culto muy particular, le recomiendo a los demás, y en este mismo momento acabo de celebrar, lo mejor que he podido, como constantemente lo estoy haciendo, el poder y la fuerza del Amor".
Sobre esto... ¿Quién toma la palabra?

9 comentarios:

  1. ¿no es cosa extraña, que de tantos poetas que han hecho himnos y cánticos en honor de la mayor parte de los dioses, ninguno haya hecho el elogio del Amor, que sin embargo es un gran dios?

    Platón imagina que los comensales desarrollan por turnos un elogio del amor.

    La característica fundamental del amor es la insuficiencia. "se ama cuando se desea algo que no se tiene", por esto el amor puede ser llamado Filósofo. El filósofo anhela la sabiduría, sin poseerla. Por lo tanto, "el amor es esencialmente una necesidad insatisfecha".

    "El amor nace de la necesidad y el deseo"
    El Dios Eros, en primer lugar, fue o es siempre pobre y está bien lejos de ser tierno y bello, como cree la gente; más bien al contrario es rudo e híspido y convive con la indigencia.
    La sabiduría no es buscada ni por los ignorantes ni por quienes se creen sabios.
    Pero tampoco los ignorantes aman la sabiduría, y tampoco los ignorantes desean hacerse sabios.
    Entonces, en conclución del Eros, Sólo quien ama se sitúa en una demensión de búsqueda. "amando a la sabiduría, se encuentra la via intermedia entre el hombre sabio y el ignorante.
    Lamentablemente en la sociedad de hoy en día todos aman, pero pocos saben qué es y a dónde conduce el amor.
    Nosotros deberíamos tomar la palabra del poder y la fuerza de amor.

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  2. Es increíble como, para algunos, perdió tanta importancia este término. Es como si cualquier cosa fuese amor, todos aman, se enamoran 2 o 3 veces en una semana, y hasta ellos mismos, inconscientemente, son evidencia de que le están quitando profundidad a algo tan inmenso, el otro día leí por ahí: "Es algo tan grande lo que siento por vos que ya no me alcanza con el amor, tendría que inventar otra palabra". Tan superficialmente han hablado de amor, sin escrúpulos, sin pensar que "no les alcanza" porque la idea de amor en ellos se ha degradado a algo más sin importancia.
    Y como el amor, tantos otros términos/ideas que se han corrompido.
    Yo no sé lo que es en su totalidad el amor, como dice Aristóteles, la búsqueda de la verdad es a la vez fácil y difícil, porque tratándose de algo tan enorme no podemos errar siempre, pero tampoco podemos descubrirlo en su totalidad, así que voy a decir lo que por ahora conozco y pienso sobre esto tan profundo y oscuro que es el amor.
    En primer lugar, pienso que para poder amar se tiene que realizar un contacto con el verdadero "yo" del otro, un contacto con el alma, un contacto en profundidad, aunque no se pueda agotar la esencia del otro, pero aunque sea poder ver algo, como si mirásemos por la cerradura de una puerta, no se ve todo en claridad y cuesta pero algo se ve."Nadie ama lo que no conoce" dice San Agustín, por lo que queda en evidencia que va mucho más allá de la mera superficialidad.
    Luego, al llegar a conocer esa persona o al menos una parte de ella ver si ese contenido es similar al mio, si es compatible, ese "Ves la misma verdad que veo yo?" o "Amas esa verdad tanto como yo?" lo que podría también traducirse en "Querés luchar por lo mismo que yo? o "Querés luchar a mi lado esta vida?". Amor es vivir en profundidad con otro, ese "vivir entre los bienes inmortales", inmortalizarse de a dos.
    Seguramente, se me escapen muchas cosas y otras aún no las sé pero esto es lo que pensé en este momento.

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  3. Esto me gusto muchisimo...

    Autor: Madre Teresa de Calcuta

    Tal vez Dios quiere que nosotros conozcamos a unas cuantas personas equivocadas antes de conocer a la persona correcta, para que al fin cuando la conozcamos, sepamos ser agradecidos por ese maravilloso regalo.

    Una de las cosas más tristes de la vida, es cuando conoces a alguien que significa todo y sólo para darte cuenta que al final no es para ti y lo tienes que dejar ir.

    Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra puerta se abre, pero algunas veces miramos tanto tiempo a aquella puerta que se cerró, que no vemos la que se ha abierto frente a nosotros.

    Es cierto que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos, pero también es cierto que no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.

    Darle a alguien todo tu amor nunca es un seguro de que te amarán de regreso, pero no esperes que te amen de regreso; solo espera que el amor crezca en el corazón de la otra persona, pero si no crece, sé feliz porque creció en el tuyo.

    Hay cosas que te encantaría oír, que nunca escucharás de la persona que te gustaría que te las dijera, pero no seas tan sordo para no oírlas de aquel que las dice desde su corazón.

    Nunca digas adiós, si todavía quieres tratar. Nunca te des por vencido si sientes que puedes seguir luchando.

    Nunca le digas a una persona que ya no la amas, si no puedes dejarla ir.

    El amor llega a aquel que espera, aunque lo hayan decepcionado; a aquel que aún cree, aunque haya sido traicionado; a aquel que todavía necesite amar, aunque antes haya sido lastimado y a aquel que tiene el coraje y la fe para construir la confianza de nuevo.

    El principio del amor es dejar que aquellos que conocemos sean ellos mismos, y no tratarlos de voltear con nuestra propia imagen, porque entonces solo amaremos el reflejo de nosotros mismos en ellos.

    No vayas por el exterior, este te puede engañar.

    No vayas por las riquezas, porque aún eso se pierde.

    Ve por alguien que te haga sonreír, porque toma tan solo una sonrisa para hacer que un día oscuro brille. Espero que encuentres a aquella persona que te haga sonreír.

    Hay momentos en los que extrañas a una persona tanto que quieres sacarlos de tus sueños y abrazarlos con todas tus fuerzas. Espero que sueñes con ese alguien especial. Sueña lo que quieras soñar. Ve a donde quieras ir. Sé lo que quieras ser. Porque tienes tan solo una vida y una oportunidad para hacer todo lo que quieras hacer.

    Espero que tengas: Suficiente felicidad para hacerte dulce, suficientes pruebas para hacerte fuerte.

    Suficiente dolor para mantenerte humano, Suficiente esperanza para ser feliz. Las personas más felices no siempre tienen lo mejor de todo. Sólo sacan lo mejor de todo lo que encuentran en su camino. La felicidad espera por aquellos que lloran, aquellos que han sido lastimados, aquellos que buscan, aquellos que tratan. Porque sólo ellos pueden apreciar la importancia de las personas que han tocado sus vidas.

    Madre Teresa de Calcuta

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  4. El discurso es por turno, de izquierda a derecha y lo comienza Fedro, por encontrarse sentado en el primer puesto.
    Es Él quien propone a Erixímaco un encomio, en honor del amor. Por su parte, Sócrates recalca a Erixímaco que nadie votará en su contra, a pesar de no encontrarse en condiciones de igualdad por encontrarse sentado en los últimos puestos, pero si se agotara el tema y si los oradores hablan bien, se daría por satisfecho.
    Fedro en su discurso dice que el amor era un Dios admirable, el más antiguo, que no tiene padres y es el de mayor dignidad, el más eficaz y grande.
    Si tengo que hacer una alabanza del Amor digo que el verdadero Amor es absoluto, es el afecto que busca el bien verdadero. Es entrega, vida y por ser vida nadie puede ni debe negarse a ella. Al Amor se lo nutre, protege, cuida. El Amor es belleza. Al Amor se lo ama.

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  5. ¿Qué ama el amor?. El Infinito. ¿Qué teme el amor?. Los límites. Søren Kierkegaard.

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  7. Con respecto al "Dios" Eros, se dice que es un demonio mediador, porque si es un "deseo" un Dios no puede desear nada. En el banquete dan 5 definiciónes, pero Sócrates es el que termina teniendo la verdad sobre este demonio mediador. Con la ayuda del "borracho" que llega y en vez de hacer una alabanza al "Dios" Eros, se la hace a Sócrates, y era lo mismo que abía dicho Sócrates mismo sobre Eros. De ahí se dice que el amor puede ser llamado filósofo.

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  8. NOTA: Ha pasado un tiempo desde la última vez. Tenía un par de ideas, que las quería organizar y acomodar. No pude hacerlo, las tuve que parir. Aquí están, en el siguiente comentario, todavía llorando el primer contacto con el aire. Al estar en este blog no tengo por cierto que hayan cortado el cordón umbilical...

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  9. “Quiero pagar mi tributo al Amor, y hacérmele favorable. Me parece, al mismo tiempo, que cuadraría muy bien a una sociedad como la nuestra honrar a este dios”. Dice Erixímaco y se pone a hablar. Ha pasado el tiempo y podríamos decir exactamente lo mismo: “Vendría muy bien a una sociedad como la nuestra honrar al AMOR”.
    Acostumbro a pensar que es fácil y difícil hablar de ciertas cosas precisamente cuando no se las tiene, o cuando estamos en posesión de ellas. Tengo por cierto, que podemos hablar de estas cosas de dos maneras. La primera es cuando las tenemos bien cercanas a nosotros, digamos están encarnadas en nuestro ser. Yo, creo en cambio que lo hago de otra forma –la segunda-; pues hablo de estas cosas como un pintor plasma un horizonte, desde lejos; digamos, las describo porque puedo apreciarlas por su lontanía.
    Más o menos con esto quiero dar a entenderme. “Qué difícil es hablar de Ti” se dijo Sor Faustina cuando le encargaron escribir sus diálogos con Cristo. Sin embargo lo hizo, ¡y vaya que se nota la cercanía! Si para ella era difícil, siendo así que PRECISAMENTE hablaba con Cristo, ¿qué queda para nosotros, o al menos para mí?
    No creo que sea este el caso de nuestra sociedad. Mejor: no pienso que estos sean los casos de nuestra sociedad. El primer modo de hablar, está reservado a muy pocos, no sólo hoy, sino en todas las etapas de la historia. Para el segundo, tal vez ya estemos demasiado lejos y nos quede solamente pintarlo al modo Negro de Goya; esto es, viejos, ciegos y sombríos. No que sea mi actual estado, sino lo que percibo en mí.
    Aún así, quiero pagar mi tributo al Amor y hacérmele favorable.
    Siempre recuerdo aquellas palabras de San Pablo, que si no tengo amor nada soy. Y en algunos momentos de mi vida, no he sido nada. Más bien con el Amor tenemos una deuda que saldar. Se ha manifestado con nosotros, o al menos conmigo, en tantas formas diversas. Ha cambiado estilos, y se ha revestido de diversas personas. Ha sido yo mismo, mi familia y mis amigos. Ha sido la lectura, el ocio y el juego. Ha sido en la vigilia y en el sueño. Y siempre ha sido bueno, en sí mismo y como relación.
    Es cierto que es fuerza motora, no menos es también paz y reposo. Si pienso un poco, nunca me he sentido más libre que cuando he estado preso de esta fuerza y al mismo tiempo, en pacífico descanso. Pienso por ejemplo en mi casa, y cada uno puede pensar en la suya propia. Verdad, hay problemas, inconvenientes, discusiones, malos tratos, malos entendidos y tantas otras cosas que parecían borrar el amor de nuestra cotidianidad. Aún así, no consigo explicarme, cómo es que me sienta tan seguro y tan libre en la compañía de mis seres queridos -de mi familia- y de mis cuatro paredes, a veces con un poco de humedad y otras resplandecientes.
    “Sentite como en tu casa”, nos dicen para que estemos tranquilos. No señor, como en mi casa me siento sólo en mi casa. Y por algo será. Allí estoy cerca de mi niñez y de mi infancia, de mi adolescencia; de mis primeros juguetes y de mis primeros libros. Allí estoy como en un álbum fotográfico. Allí está el registro de todos mis momentos importantes, felices e infelices. Allí está aquella semilla de lo que hoy soy. Y por más mal que la haya pasado, o sufrido, si miramos bien, allí está el rastro del amor que pobremente nos ha traído al mundo.
    Es inevitable pensar en los padres. Nos hayan hecho bien o mal. No los juzgo, más sólo agradezco. A medida que avanza el tiempo, que pasa la vida, no estoy seguro de poder llegar yo con mis fuerzas a lo que han llegados ellos, con las suyas. “No superarás a tus padres” escuché una vez. Sólo quiero, tan sólo siquiera, alcanzarlos. Después de todo, el Amor del hogar, de nuestros padres y siempre exclusivamente el de nuestra madre, es el único y verdadero amor. Ellos nos dieron algo, el resto corre por cuenta propia.
    En esto quiero hacerme favorable al Amor, este es mi vergonzoso panegírico: una reflexión sobre el Amor de Casa. Y precisamente, como decía, porque estoy lejos. También hace falta a nuestra sociedad de hoy, huérfana y abandonada.

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