Contemplar lo pintado: el pecado contra el libero arbitrio

Buona ventura, Caravaggio

Ha visto Caravaggio algo y lo ha pintado, para que también otros lo vean. Una mujer, de mirada sin inocencia, diciendo la ventura a un ingenuo joven. Parece repetirse la historia dentro de la historia. La mujer hace su negocio. El joven es culpable de su ingenuidad, que entiendo aquí viene a ser un pecado contra la propia libertad.

15 comentarios:

  1. En tiempos donde todos te dicen qué, cómo y cuándo hacer las cosas. En tiempos donde se cree firmemente que la vida está determinada. En tiempos donde unas “cuantas cartas” y unas “distantes estrellas” son mejores consejeras que la mismísima consciencia. En tiempos donde libertinaje es sinónimo de felicidad. En tiempos donde se proclaman por doquier nuevos profetas. En tiempos en los que “futuro” es igual a éxito económico. En tiempos de confusión, e inseguridades es normal que florezcan “respuestas de otros” a nuestros problemas, a nuestros interrogantes.

    ¿Por qué se prefiere creer en “algo ya determinado”? ¿Por qué se acepta, así, sin más? ¿Es vagancia? ¿Ignorancia? ¿Cuál es el sentido de vivir, de decidir, de deliberar si ya está todo dicho? ¿Será “determinismo” el nuevo sinónimo de “esclavitud”? En tiempos que se precian de dar respuesta a todo, ¿qué ha sido de la propia libertad frente al “fijado destino”?

    Tantas preguntas… ¿Y respuestas?

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  2. Yo creo que algunos prefieren algo ya determinado por la falta de fe y razón. Al no creer en Dios, ni en la trascendencia creen que la vida esté determinada... Esta podría ser una de unas cuantas causas.
    Y si, se acepta por vagancia, ignorancia y también por falta de esperanzas... Se creen lo que les dice el horóscopo, o a los que les tiran las cartas, etc.
    Porque no son capaces, o no tienen la voluntad de ser libres y tomar consciencia.
    El sentido en ese caso serían la espera de lo que le han predicho, o la búsqueda de los placeres momentáneos.
    Es increíble como se encadenan y se piensan que todo es así porque si y que la libertad la tomen como para hacer lo que quieran si total, el destino está dicho...

    Debemos evitar esto, primero tomando consciencia de que nuestro pasado es irrenunciable, luego, pienso yo, que somos libres de construir nuestro propio destino y que en el presente hay que buscar ser auténtico y libres, también plantearnos a nosotros mismos las preguntas y no esperar a que alguien te diga lo que debes ser o lo que vas a ser.

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  4. Observando la pintura de Caravaggio, puedo decir: No veo ingenuidad en el joven, comparto que la mujer hace su trabajo, pero creo que el joven desea desafiar al futuro y pone a prueba el supuesto conocimiento de la mujer, entonces el hombre cae, se empequeñece, se aferra a falsos ídolos, deja de ser el dueño de sí mismo par ser víctima de fuerzas ocultas de aquí la práctica de la hechicería y el interés creciente por el horóscopo, pansexualismo, fatalismo, etc. Por este motivo pierde la dignidad y libertad.
    El hombre necesita pautas. Salir de si mismo, sin dejar ser el mismo. Tiene que ser libre para poder liberar a otros. Ser dueño de si, con opciones y decisiones libres. Luchar con el egocentrismo, el individualismo. Comprender, acoger al otro (escuchar). Dar, entregarse (dar y recibir es sinónimo de madurez). Fidelidad, es salvarme con él en el tiempo y en la historia.

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  5. Estuve leyendo la novela "el mundo de Sofía" y voy por la parte del destino. Tiene mucho que ver con esto, ya que dice que mucha gente si cree en el destino, leen el horóscopo, creían en la astrología y en cosas supersticiosas como cuando si un gato negro se cruzaba en el camino significaba mala suerte y cosas así como la del martes 13, etc.
    Tienen la idea de que, el ser humano puede llegar a conocer el destino a través de diferentes formas de Oráculo, en este caso, la chica cree leerle las manos al chico y adivinarle su destino. el adivino intenta interpretar algo que en realidad no está nada claro.
    Los griegos pensaban que los seres humanos podían enterarse de su destino a través del famoso oráculo de Delfos, encima del templo de Delfos había una famosa frase "Conócete a ti mismo" que daba a entender que ningún ser humano puede escapar de su destino.

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  6. El tema del destino y,como bien decís, las muchas formas de intentar "conocerlo" (o "develarlo") son a mi entender diversos modos de atentar contra la libertad, propia y ajena.
    Hay una especie de "miedo a la libertad", a tomar decisiones, a realizar emprendimientos; en definitiva "a saltar al vacío de la responsabilidad". Todo esto, sumado a una desordenada curiosidad arrojan como resultado estas nuevas formas de dependencia; que son sin lugar a dudas sucedáneos de la esclavitud. Para nada nuevos, ni mucho menos modernos. Como la esclavitud misma. Lo que queda es ser libres.
    Ahora bien, dos preguntas: ¿Libres de qué? ¿Y libres para qué?

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  7. Libres de hacer lo que queramos, de elegir, de pensar, de expresar nuestras ideas, o como dice la constitución "Mi Libertad termina en dónde empieza la del otro". Somos libres naturalmente, la verdadera libertad es la que se dirige hacia el bien, pero también depende de uno o del otro elegir hacer el mal por voluntad propia, no se si por capricho, maldad o enfermedad.
    También me preguntaron si yo elegí nacer? y como no elegí nacer no era libre...
    No, pero no era libre porque no existía.
    O existía solo en potencia.
    Para mí, Dios lo sabe todo. Pero no todo como va a ser, sino todas las posibilidades.
    Y la decisión de esas posibilidades, recae en la libertad humana.
    Inteligencia y voluntad, dos condiciones de la libertad.
    Nuestros padres de niños nos ponen un idioma, nos educan a su manera, deciden que hacer con nosotros hasta que nos hacemos adultos y somos capaces de elegir por nosotros mismos, ya sea correcto o incorrecto. De aquí citare una frase "Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él" Jean Paúl Sartre.

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  8. Dos preguntas que Nicolás hizo en un comentario anterior, quedaron resonando en mi mente: ¿Libres de qué? y ¿Libres para qué?
    Libre, del Latín Líber: Hombre capaz de asumir responsabilidades.
    Esta palabra, parece apuntar a dos direcciones por una parte la del poder hacer y por otra la del reconocerse como productor de sus actos y responder por los mismos.
    El poder hacer es más que la capacidad de elección con que muchas veces se identificó a la libertad, reduciéndola a elegir entre opciones, a elección de una posibilidad ya predestinada, pero es menos que la ilusión de la libertad absoluta, porque no puedo hacer todo lo que quiero, no puedo elegir donde ni cuando nacer, ni de que padres, no puedo evitar ser corpóreo, no puedo comunicarme totalmente con nadie, no puedo evitar morir.
    Hay quienes niegan la posibilidad de la libertad humana porque ponen en relieve las determinaciones personales históricas (Ej.: enfermedades, crisis económicas, migraciones sufridas por el sujeto absolutizando su papel).
    El bagaje congénito, historia familiar, social, las posibilidades económicas no son elegidas por nosotros, pero son las condiciones de posibilidad para el ejercicio de la libertad.
    El término libertad pasa a ser equivalente de madurez, “estado adulto”.
    La segunda dirección, responder por los propios actos obrar y ser responsables por lo hecho, implica la toma de conciencia acerca del origen personal de la decisión.
    Toda libertad auténtica se orienta en el reconocimiento del otro en el mundo, sin el cual pierdo mi propio reconocimiento como sujeto. Sartre decía en la obra de teatro “Las manos sucias”: “Nadie puede tener las manos limpias en un mundo sucio”. Significa que también somos libres cuando dejamos hacer y permitimos la injusticia, corrupción, intolerancia social, arrogancia, etc. Porque sólo en el vínculo con los otros se construye la libertad.

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  9. en la mirada del muchacho veo " inocencia ", no esta determinado, ay libertad en su mirada, A causa de algo


    en la mujer, no veo inocencia, tiene una mirada de desagrado, esta determinada, esa limitación fue causa de algo, como el muchacho lo va a estar si cae en la tentación.

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  10. Libres de bien.

    Hablando del bien particular.

    ( que el egoísmo muchas veces nos quita la libertad)

    El bien en si es bueno, y el resultado es bueno, para quien recibió el bien.

    Un lugar donde venden todo tipo de muebles, quizás mesas, para que los jóvenes puedan sentarse y hacer la tarea escolar, o estudiar. En si es bueno, pero talar bosques, destruir y contaminar con la maquinaria que se requiere para esa actividad.

    intentando responder una pregunta, me apareció otra en este ejemplo.

    ¿Ay un bien que le sirve a un mal, o ay un mal que le sirve a un bien?.

    Si uno no es libre de bien, el joven no puede reconocer lo demás, solo, estaría convencido que la acción fue buena por que el recibió su mesa, para realizar lo que quería.

    Libres de mal. Sobre todo tipo de influencia de lo que no se considera bien. Participa el juicio individual, pero si bien es individual. Este Juicio propio, tiene su formación, en la cultura, en la educación, en el ámbito social, etcétera.

    En algunos países se acostumbra comer insectos, o realizar tributos, o actos de su cultura.

    Y quizás a nosotros nos parece que esta mal, "como va a hacer eso", "están locos", o reírse.

    Si mal no vi en un programa, En Turquía, unos hombres arriba de un escenario giraban y giraban por horas y
    un montón de gente sentada en frente, como si fuese un espectáculo, uno tranquilamente puede decir " que hacen los tontos estos ", o reírse. Si mal no recuerdo, ellos lo hacían para recibir la energía trascendental de Dios, y a través de sus giros como si fuese un canal, dársela al pueblo para iluminarlos.

    Entonces necesitamos la libertad que es la primera y única que nos da la posibilidad de hacer algo, y todo lo que podemos hacer es de bien o de mal.

    entonces lo ideal sería que tengamos la libertad para poder hacer algo y la libertad de bien y mal.

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  11. Si tenemos la libertad para "hacer algo", para "elegir", "decidir" u "obrar"; es claro entonces que tenemos la libertad "para algo". La tenemos como un medio de llegar, alcanzar, un objetivo, una meta, un fin.
    Y si el fin -o lo que hagamos, decidamos, etc.- es siempre algo que se realiza entre al menos dos opciones, es cierto que lo que nos lleva a elegir una sobre otra es nuestra consideración de bueno vs. malo, de mejor vs. peor, de conveniente vs. más conveniente, y así sucesivamente...
    ¿Son todos los fines iguales? ¿Son todos igualmente "elegibles" y "deseables"? ¿De dónde nos viene aquella preferencia?
    No pienso que libertad sea sinónimo de capricho. Ni que todas nuestras decisiones nos hagan más libres. El hecho de decidir no resuelve el tema de la libertad. De hecho los que obran mal, lo hacen por cierta "decisión"; y lo hacen trayendo sobre sí mismos -precisamente- un mal y no un bien.
    El que "opta" por el mal ¿es libre? Si no, ¿quién es el hombre libre? Parece que lo fuera el que "decide" hacer el bien.
    Y entonces, ¿qué es el bien? ¿pueden ser dos cosas CONTRAPUESTAS y CONTRADICTORIAS, en sí mismas y sobre el mismo tema, BUENAS?
    La reflexión del hombre y su libertad, como medio y facultad para obrar algo, y este fin como el bien propio del hombre, sea tal vez el tema más necesario y más olvidado en nuestros días.
    Por cierto, ahora me pregunto también: ¿Por qué hacer el bien? "Porque está bien", es y no es una respuesta...

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  12. Damos un paso más.
    Yo preparé mi respuesta retomando algunas ideas y un apunte que tenía por allí; en mi "escritorio virtual". Preparado no sé para qué clase... Viene como anillo al dedo.
    ¡En la próxima entrada!

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  13. ¿Por qué hacer el bien?

    El hombre es un ser libre y por eso puede actuar de diversas maneras.
    La ética nace de la preocupación por realizar el bien. Por lo tanto, el bien es la meta deseada de nuestras acciones, porque desear hacer el bien es desear, en definitiva, ser felices, pero no debemos quedarnos con solo desear, sino debemos pensar en hacer.
    Leí un texto que me gustó, donde Aristóteles afirma: “es cosa buena hacer el bien, pero es más bello y divino hacer el bien común”.
    Pienso que está bien, porque hacer el bien es un acto moral. Un acto no es moral por el solo hecho de ser un acto humano, para que un acto humano sea, así mismo moral debe coincidir con la intención de realizarlo; no obstante, todo acto moral es libre pero no todo acto libre es un acto moral.

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  14. ***¿SERÁ QUE ESTÁ EN JUEGO LA VERDAD?***
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    Buenísimo. Al menos, a mí me gustó.
    Al parecer se podría concluir que estamos todos de acuerdo en que el hombre es libre para elegir el bien; y que elige el bien, para ser feliz.
    ¿Habremos de decir -junto al Filósofo- que el gran problema radica en aquello que los diferentes hombres entienden por "bien" y por "felicidad"?
    Una de las preguntas que anteriormente formulé:

    "Y entonces, ¿qué es el bien? ¿pueden ser dos cosas CONTRAPUESTAS y CONTRADICTORIAS, en sí mismas y sobre el mismo tema, BUENAS?"

    Según la respuesta que demos, aceptaremos uno o otro de los "sistemas filosóficos" antagónicos por antonomasia...
    Por mi parte, confieso y no niego, sino que declaro: no soy relativista.

    ¿Será que está en juego la verdad?

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  15. ¿Qué es el bien?
    Como dije anteriormente, el bien es la meta deseada de nuestras acciones, porque conocer el bien no implica necesariamente hacerlo, es necesario desear realizarlo.
    Es necesario no perder el gusto por el bien, el hombre corrupto por el contrario, ha perdido esta sabiduría y pone el placer en acto que son reconocidamente vergonzosos, y pierde esas cosas buenas y bellas que pertenecen a lo que es en sí misma deseable.
    Podemos también decir de las riquezas y de todas las otras cosas a las que llamamos bienes, en la medida en que nos permiten ser felices.
    Pero no llamaríamos bien a la riqueza si nos mataran por causa de ella.
    Entonces cabe la pregunta, de si existe un bien querido por sí mismo, al cual subordinen todos los otros bienes particulares, podemos decir entonces el bien supremo, el fin al que aspira el hombre al cual tienden los actos humanos, deseados por sí mismo y que lo hace plenamente hombre “La Felicidad”

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