Eco y las opiniones

Echo - Alexandre Cabanel
[Metropolitan Museum of New York, New York - US]

Antes te acusé, divina deidad, de ser tú la responsable de opiniones malditas. Y recordé tu historia. Estás y eres maldita, pues te maldijeron. Y aún así, podrías bien decir si bien hablar escuchases. Pero no depende de ti lo que escucho, pues repites. Y a eso te condenaron.

Eco de palabras ajenas. Y el problema es cuando tú eres los otros. O cuando los otros se teomorfizan. Aprender a vivir, sin amargarse, será aprender a escucharte y desestimarte. Que nada me turbe, ni nada me espante.

Ya no eres ninfa, ni perteneces al mundo de los mortales. Desde tu muerte a hoy sólo vives en el aire. Y no eres nadie, sólo el resonar del otro. Eres el vehículo de amigos y de enemigos. Llevas y traes sin intenciones, y martillas todas las intenciones.

No eres culpable ni inocente. No tienes conciencia, y eres inconsciente. Eres el otro, y eres yo mismo. Un presencia en la vida de todos, despreciada por ninguno. Repetir lo que dicen, siempre, los otros

¿Serás siempre el decir mío del otro? ¿… del otro?

No hay comentarios:

Publicar un comentario